La testosterona, como hormona activa, es un componente crítico de la fisiología masculina en la que dependen numerosos sistemas. La deficiencia de testosterona se ha asociado con resistencia a la insulina, inflamación, problemas en el metabolismo de los lípidos en el cuerpo, síndrome metabólico y un mayor riesgo de consecuencias vasculares. La obesidad, la baja densidad ósea y la anemia se agravan por la falta de testosterona. Un estado de ánimo deprimido, una disminución de la motivación, el cansancio y una peor calidad de vida son todos síntomas de la deficiencia de testosterona.
También es importante destacar que, aunque la testosterona puede actuar por sí misma en los receptores androgénicos, la mayoría se transforma en otras hormonas como la DHT y el estradiol, que tienen una actividad mucho mayor que la hormona precursora.
Para mantener ciertas funciones en el cuerpo masculino, debe haber un nivel adecuado de estradiol. Los síntomas de un bajo nivel de estradiol incluyen osteoporosis, enfermedades cardiovasculares, irritabilidad, colera y dificultades para concebir un hijo. Una reducción en los niveles de estradiol por debajo de los límites estándar provoca frecuentemente en los atletas desgarros en articulaciones y tendones en áreas previamente afectadas. Un nivel bajo de estradiol en el cuerpo es mucho peor que un nivel alto. Además, debido a sus propiedades anabólicas, el estradiol reducido es una de las causas de la reducción del anabolismo en el tejido muscular.
DHT es la segunda hormona producida por la testosterona en el cuerpo masculino. La DHT se une a los receptores androgénicos en los tejidos mucho más firmemente que la testosterona, por lo que, a pesar de su menor cantidad, tiene un impacto androgénico más significativo. La hormona afecta al sistema nervioso central y regula el comportamiento sexual y la erección. La deficiencia de DHT afecta la función sexual al reducir el deseo, llevando al desarrollo de disfunción eréctil y orgásmica, y afecta en general el compromiso sexual.
El problema es que cuando usas esteroides anabólicos, tu nivel de testosterona cae a cero en cuestión de semanas. Esto causa una reacción en cadena de eventos, incluyendo una reducción de DHT, estrógenos y otras hormonas necesarias para el funcionamiento normal del cuerpo. Como ningún esteroide anabólico puede reemplazar completamente todas las funciones de la testosterona, la ausencia de la misma priva al cuerpo de varios compuestos activos en los que se basa.
Solución
La solución a este problema es bastante simple: usa testosterona en cada ciclo. Dependiendo de la duración de tu ciclo, puedes utilizar ésteres largos como el enantato y el cipionato o ésteres más cortos. La cantidad de testosterona que tomas depende de tus objetivos. Cuando la testosterona es la base de tu ciclo, la dosis puede aumentarse a más de 500-750 mg, y otros medicamentos anabólicos se introducen a una dosis ligeramente inferior.
Ejemplos de ciclos con dosis aumentadas de testosterona:
- Testosterona enantato 500 mg/semana
- Trenbolona enantato 300 mg/semana
- Testosterona cipionato 500 mg/semana
- Nandrolona decanoato 400 mg/semana
- Testosterona propionato 300 mg/semana
- Turinabol 40 mg/día
Alternativamente, la dosis de testosterona puede ser menor que la de cualquier otro esteroide anabólico:
- Testosterona enantato 250 mg/semana
- Trenbolona enantato 400 mg/semana
- Testosterona cipionato 250 mg/semana
- Drostanolona enantato 400 mg/semana
- Stanozolol 30 mg/día
- Testosterona enantato 125 mg/semana
- Methenolona enantato 400 mg/semana
- Oxandrolona 20 mg/día
¿Qué hacer si no quiero inyecciones?
Muchas personas evitan usar testosterona porque temen las inyecciones intramusculares. Desafortunadamente, solo hay dos tipos de testosterona oral en el mercado: testosterona undecanoato, que es extremadamente raro, y metiltestosterona, que es lo suficientemente tóxica para consumir a largo plazo.
En este caso, recomendamos usar HCG 1500-2000 iu por semana para mantener tus niveles de testosterona dentro de los rangos normales y evitar los síntomas de deficiencia de testosterona.
Aunque HCG es inyectable, las inyecciones se administran con una pequeña aguja de insulina bajo la piel, lo que no te causará ningún malestar o preocupación. Tal inyección es fácil de hacer y no requiere capacitación adicional más allá de seguir las precauciones básicas de seguridad.